François Lucas… Si por alguna razón usted ha estado metido a fondo en el mundo de los caballos desde el siglo pasado, seguramente en algún momento habrá escuchado hablar de él... Como competidor, no hizo las cosas a medias: campeón de Francia de concurso completo en 1967. Como profesor, durante décadas dirigió con mano maestra el club de Saint-Germain-en-Laye. Como Juez de adiestramiento, estuvo presente en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, Seúl y Barcelona. Como persona al servicio de su pasión, de los aficionados y de su desarrollo, contribuyó sucesivamente a la creación del Pony Club de Francia y al desarrollo de la Federación Francesa de Equitación (FFE), y durante muchos años fue presidente del CREIF (la poderosa liga de equitación de Île-de-France), de la FIVAL y de la UNIC (organismos socio-profesionales del sector).
Estos últimos años, defendió y obtuvo la candidatura del Palacio de Versalles para la organización de las pruebas ecuestres de los Juegos Olímpicos de París 2024. Todo ello, sin renunciar, cada invierno —y esta temporada también—, a sus ochenta y dos años (el 16 de abril), a algunas salidas y otras cacerías, en particular con el Rallye Bonnelles en el bosque de Rambouillet.
Ahora que los perros van a regresar al refugio para la temporada de verano, son muchas las buenas razones para preguntarle qué “sentido” tiene para el caballo y/o para el jinete la cacería con perros.

X.L. - François, durante esta temporada de cacería, la cual está terminando, lo hemos visto de nuevo montando al lado de Véronique Nadjahi, contramaestre del Rallye Bonnelles; ¿qué es lo que le sigue motivando? ¿El ciervo? ¿Los perros? ¿El caballo? ¿El bosque? ¿El equipo? En ese orden, por favor
F.L. - Me pregunta ¿qué me hace correr?  Gracias al Caballo (¡lo pongo con mayúscula!) yo corro detrás de todo: los ciervos, los perros, en el bosque con el equipo. El caballo tiene la cualidad extrema de tener una gran transversalidad de uso. Le digo a quien quiera escuchar, que en la vida es una suerte encontrar al caballo. ¿Qué se puede agregar? Que en la naturaleza, a caballo, simplemente, ¡se está bien! ¡Feliz!

X.L. - ¿Una palabra sobre cada uno de estos "componentes" del cuadro?
F.L. - El ciervo es un animal fascinante de una gran nobleza. Se mueve con gran ligereza. Galopar detrás de los perros persiguiendo libremente al Ciervo (¡Pongo mayúscula de nuevo!) que han escogido para agarrar es un espectáculo magnífico en el cual participamos todos. Los perros tienen la particularidad de mantener el instinto de supervivencia del ciervo. Es la huida. En la caza con perros, es apasionante observar, bajo cualquier circunstancia, los perros de rastreo, las artimañas de los animales salvajes que hay que superar. En ese contexto de cacería, los perros en manada se expresan con naturalidad, instintivamente, y estoy convencido de que experimentan un verdadero bienestar. Me parece que no se compara con el espectáculo que ofrecen muchos citadinos paseando a sus perros con una correa de dos metros por la acera antes de regresar a un apartamento. Los perros de cacería también tienen la cualidad de dispersar a los animales salvajes y de esta manera evitar agrupaciones demasiado grandes las cuales generan consanguinidad, enfermedades contagiosas y daños forestales y agrícolas.

X.L. - ¿Entonces qué me dice del caballo como "enlace" con todas las demás actividades ecuestres que usted ha practicado? ¿Más concretamente?
F.L. - El caballo es un vector que le permite al citadino encontrar o mantener el contacto con la naturaleza y el mundo animal. Su uso multifacético me lleva a utilizar una metáfora culinaria, la cual dice que el caballo es al deporte lo que el huevo es a la cocina. La caza con perros recuerda un poco el concurso completo en su forma antigua, derivado del Campeonato del Caballo de Armas, reservado a los oficiales antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando existían los carreteros, una carrera de obstáculos antes de la prueba de cross. Eran pruebas de unos veinticinco kilómetros. Este concepto de resistencia es muy interesante porque permite dosificar bien la capacidad del uso racional del caballo y de antemano aprender su preparación.

X.L. - Se dice a menudo que los cazadores son malos jinetes, que montan a caballo sin mucha delicadeza... ¿Es cierto o falso?
F.L. - Caricaturizar a los cazadores tomando los malos ejemplos es fácil. En todas partes hay malos ejemplos. Pero he podido ver importantes mejoras en la preparación de los caballos y en la forma de motarlos desde la creación del campeonato de Caballos de Caza de Francia. Además, la Société de Vénerie organiza cursos de perfeccionamiento en ese sentido varias veces al año. En mi opinión, lo que podía ser cierto en el pasado, ya no lo es hoy en día.
La cuadrilla de Bonnelles caza con perros de una raza muy concreta, llamada “Gran Anglo Francés tricolor”.

X.L. - ¿Qué hay de los caballos? ¿Qué cualidades y aptitudes se buscan?
F.L. - Sí, el Rallye Bonnelles/Rambouillet caza con Anglo-franceses tricolores los cuales tienen buen olfato y son rápidos. Esas dos cualidades: olfativas y de velocidad, son muy valiosas. Los caballos son Trotones y de Silla francesa. Las aptitudes que se buscan son la calma, la resistencia y el confort para poder permanecer, algunas veces, largas horas en la silla. Y como en todas las demás prácticas ecuestres, es ahí donde intervienen el trabajo de preparación y el entrenamiento, el cual puede y debe realizarse antes de la temporada de caza, y debe tener el descanso necesario al final de la anterior. Un caballo de cacería se cuida y se prepara.

X.L. - ¿Sigue siendo cierto que el trotón reformado es el caballo más apreciado entre los jinetes, y por qué razón?
F.L. - El trotón tiene cualidades realmente especiales puesto que es físicamente fuerte por naturaleza, enérgico y resistente. Mentalmente es recto y de buena voluntad. ¡Se acostumbra fácilmente a la cacería, a sus rituales y al cuerno!

X.L. - ¿Y un purasangre? ¿Un angloárabe? ¿O algún otro?
F.L. - He cazado con pura sangre y angloárabes. Para cazar de manera satisfactoria no hay una raza en particular. Antes que todo, lo que cuenta es el adiestramiento y el entrenamiento.

X.L. - ¿La práctica de la caza con perros es buena para un caballo? ¿En qué sentido?
F.L. - La práctica de la cacería es excelente para el caballo. Aprende a pasar por todas partes, a acostumbrarse a los ruidos, a los movimientos de todo tipo. Se convierten en caballos que se pueden montar sin “instrucciones de uso”, prácticos, versátiles y agradables. Tengo la debilidad de pensar que la selección exhaustiva podría tender a convertirse en una “discapacidad” para la práctica de una disciplina en particular.

X.L. - ¿Cuáles fueron sus mejores caballos de cacería? ¿Algunos recuerdos concretos?
F.L. - No tengo ningún recuerdo en particular de algún caballo que me haya dado más satisfacciones que otro. Siempre me esfuerzo en tomarme el tiempo para volverlos agradables, lo cual, lo admito, requiere en primer lugar completar el adiestramiento del caballo, en detrimento del simple placer de la cacería. Me explico: los caballos a veces tienden a “calentarse” es decir a ponerse nerviosos a lo largo del día, ya sea porque se va rápido o, por el contrario, porque se marca el paso, mientras la manada vuelve a encontrar el camino y se pone en marcha de nuevo, ellos se impacientan. Entonces, hay que aguantarse y alejarse del corazón de la cacería.

X.L. - ¿Y las lecturas? ¿Cuáles son sus obras favoritas sobre la cacería y los caballos de caza?
F.L. - Hay mucho que leer y entre uno más lee más tiene la sensación de no saber nada. Últimamente he leído las memorias de la duquesa de Uzès, quien se pasó la vida cazando con perros. En 1924 constituyó el equipo del Rallye Bonnelles Rambouillet en una Asociación Ley 1901 (Asociación sin ánimo de lucro SIC). Esto da una idea de lo visionaria y moderna que era. Es una historia apasionante. Ella fue maestra de equipo. También ejerció la función de cazadora de lobos y cazó a caballo hasta los 86 años, año de su muerte. Su trayectoria es un ejemplo que va mucho más allá de la equitación y la caza con perros.

 

Entrevista realizada por Xavier Libbrecht.