La foto del “galope de espaldas”
A finales del siglo XIX, el fotógrafo Delton había inmortalizado a James Fillis en la silla de montar de Germinal con esta marcha tan singular. El jinete inglés había llegado a Francia muy joven. Actuó en el circo de los Campos Elíseos bajo la dirección de Franconi antes de ser nombrado escudero jefe de la Escuela de Aplicación de Oficiales de Caballería de San Petersburgo en 1898.
En aquella época, no era el único que realizaba este aire aprendido. Baucher lo había definido en una de las últimas ediciones de su método. En su Journal de dressage (1903), Fillis llegó a criticar a sus compañeros: desafió al capitán de Saint-Phalle, que pretendía asegurar los cambios de pie en el galope de espaldas, diseccionó la foto de Jean-Baptiste Dumas y desmontó su forma de hacerlo y se concedió a sí mismo laureles por la ejecución del movimiento con su caballo Germinal. Saint-Phalle le respondió con dureza en la segunda edición de su Dressage et emploi du cheval de selle (1904), un desafío que ganó a pesar de su salud ya debilitada.
Mennessier tendría también problemas con Fillis. Las fotos de Delton que ilustran sus libros le hicieron decir: «no hay que sorprenderse de las dificultades que encontró al examinar las fotografías de sus caballos».
El galope de espaldas sigue siendo una figura que pocos caballos y jinetes saben ejecutar. El último fue Bartabas, con el Quijote, que ha vuelto a poner de moda esta fantasía en el ruedo de su teatro ecuestre de Aubervilliers.
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