Lamentando la continuación…

El confinamiento vinculado al Covid 19 habrá detenido el ejercicio de los deportes ecuestres, sean cuales sean las disciplinas desarrolladas y controladas por la FEI (Federación Ecuestre Internacional) durante varios meses.

Una oportunidad para acercarse a lo que fueron, para retroceder en el tiempo hasta el origen, es decir, desde el concurso internacional de Dublín de 1864 y para ver cómo y con quién, jinetes y caballos, y como se llevaron a cabo. En definitiva, sumergirse en su historia y ello gracias a la obra intemporal de Max. E. El libro intemporal de Ammann: Geschichte des Pferde-Sports , es decir, la «Historia de los Deportes Ecuestres».

El libro está escrito en alemán, ya que su autor es de la Suiza alemana. Fue publicado inicialmente en 1976, luego de los Juegos Olímpicos de Montreal, por la editorial C. J. Bucher, y se completó en 1981.

Este libro es un tesoro, y poder leerlo en la lengua de Goethe es ciertamente una ventaja, pero el simple hecho de hojearlo es una delicia, ya que cuenta con abundantes ilustraciones y los pies de foto son muy sencillos.

Max. E. Ammann, periodista en sus inicios, contribuyó en gran medida al desarrollo de los deportes ecuestres al crear, en 1976, la Copa del Mundo de Salto de Obstáculos, patrocinada durante mucho tiempo por Volvo, luego la de Adiestramiento (Nashua) y finalmente la de Conducción. Durante muchos años también dirigió el Année Hippique , que relanzó en 1978 con su colega y amigo holandés Joep Bartels, asociado entonces con Henk Brûger en la empresa BCM (Best Communication Management).

Posteriormente, Ammann publicó para la FEI, Equestrian Sport at the Olympic Games 1912-2008 y, en la misma línea, The FEI Championships: the history of world, continental and Regional FEI Championships.

En sus libros, y en particular en Geschiste des Pferdesports , Ammann lleva a cabo un enorme trabajo de investigación y recopilación de archivos, sobre todo fotográficos, que los hace excepcionales.

Cuando se le preguntó por qué Max. E. Ammann no quería actualizar su libro desde la actualización de 1981, el autor respondió que Bucher no tenía intención de hacerlo: “En aquel momento yo trataba directamente con la señora Bucher, la esposa del director. Cuando nos dejó, mis nuevos contactos no tenían el mismo interés en el tema.”

En una palabra: «Lamentable».

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