Ciencia agrícola, moral y buenas costumbres del siglo XIX
A mediados del siglo XIX se consideraban muy completos y prácticos los tratados de agricultura. Al punto de añadir una especie de catecismo agrícola para defender tanto las buenas prácticas agrícolas como las virtudes del hogar que debían estar asociadas.
Pierre Antelme, alcalde de Saint Cyrien, una pequeña localidad de la Drôme, escribió un tratado de agricultura en tres tomos, publicado en 1851 en la colección Amélioration sociale par le travail, l’économie et la morale (Mejora social a través del trabajo, la economía y la moral). El primer tomo está dedicado a los beneficios de la química en el cultivo de la tierra. El segundo, trata sobre la crianza de animales grandes, entre los que se encuentra el caballo, evidentemente, el corral, la conservación de alimentos y algunas fórmulas de economía doméstica. Si estas páginas no terminaran en un capítulo completo de moral doméstica y social, se podrían retomar hoy en permacultura y seguro serían un éxito en ventas. Nuestro valiente Pierre Antelme describe diferentes tipos de carácter en las mujeres, de la misma forma en que previamente detalla diferentes tipos de caballos…De esta manera da excelentes consejos para distinguir al ama de casa de la mujer mundana, la coqueta, la despreocupada o la malvada…
El se justifica así: “Tal vez suene raro que en un tratado de agricultura hagamos una disertación tan larga sobre el carácter y la moralidad de las mujeres. Si alguien objetara, responderíamos, que así como la agricultura se ocupa de todas las ciencias, y todas estas le prestan mutuo apoyo, de igual manera la ciencia agrícola sólo prospera bajo el imperio de todas las virtudes: las de la mujer le son más necesarias y útiles de lo que creemos; pues como ya dijimos, la buena ama de casa, la mujer que da ejemplo de moralidad, de economía, es la fuente providencial del hogar campesino. Por otra parte, esta obra no está reservada solamente a la esposa del colono; las mujeres del mundo pueden aprovecharla: o acaso ¿no sabemos acaso el peso de los vicios y las virtudes de las mujeres en la primera educación de los hijos?”
Ojear este tipo de obras bajo nuestra mirada contemporánea puede hacernos reaccionar…
Más información: