Thomas Blundeville, un legado de dulzura

El inglés Thomas Blundeville (1522?-1606?) fue un distinguido humanista, conocido por sus trabajos en matemáticas, astronomía o ciencias de la educación. Este erudito también debería ser reconocido por su tratado The four chiefest offices belonging to Horsemanship , por varias razones: no sólo porque es el primer libro completo en inglés sobre el caballo, cuya primera edición apareció hacia 1565, sino también porque, sin ser él mismo un consumado jinete, Thomas Blundeville era un ilustrado observador del mundo ecuestre y un curioso lector de clásicos. Influenciado por Grisone , reprodujo a su manera una adaptación de su Gli ordini di cavalcare . Esta traducción se hizo por encargo de John Astley (1507?-1595) , cuyos métodos pacientes y suaves con los caballos jóvenes recomendaba Blundeville.

Neumann explica su contenido: «Los tres primeros volúmenes tratan de la cría de caballos, la equitación y la economía de la cuadra. El cuarto y último volumen se refiere al tratamiento de las enfermedades de los caballos y se inspira en los hipiatras griegos, latinos e italianos, especialmente en Laurentius Rusius entre estos últimos. No carece, sin embargo, de originalidad, pues Blundewill había frecuentado mucho a Martin Ghelley of Arton , conocido como Martin Alman, primer maestro mariscal de la reina Isabel, de quien toma prestados muchos medios de tratamiento». Añade que «el nombre de Blundewill fue muy pronto casi olvidado, debido a Markham , quien, como compilador descarado, lo plagió por completo, sin nombrarlo ni una sola vez».

Blundeville

En sus capítulos décimo y undécimo, Blundeville desaconseja ceder a la ira o a la fuerza, y recomienda ser afable y suave con un caballo: Si los jinetes “pudieran concebir correctamente cómo y cuándo amar y querer, sin duda percibirían que sus antiguos errores procedían más de ellos mismos que de la disposición del Caballo. (Neverthelesse, if they could rightly conceive how and when to love and cherrish, they should un∣doubtedly perceive that these former errors did proceede more from themselves then the disposition of the Horse . ) «.

«La recompensa enseña al caballo cuánto ha complacido a su jinete. […] (el jinete) debe esforzarse por aprender cuándo y cómo ser amable y gentil con su caballo […]de tal manera que eso construya un edificio sólido; Pero de nuevo, si omite el primer movimiento de sumisión (al cual cede su caballo) y no está satisfecho con él, pensando en hacerle hacer más antes de dejarlo, entonces el caballo no entiende correctamente y es llevado a caer en el otro extremo que es la furia […] (A Horse doth know by this how hee hath pleased his rider. […] must endeavour himselfe to learne to know, when, and how to be loving and kind to his Horse. if he omit the first motion of subiection (which his Horse doth yeeld unto) and therefore is not contented there∣with, thinking to make him doe more before he leave him, then the Horse not rightly understanding the cause of this extremi∣ty, is caused to passe the meane, and to fall into the other ex∣treamewhich is fury […])”.

No estamos lejos del viejo refrán que suele atribuirse a Faverot de Kerbrecht « Pide seguido, conténtate con poco, recompensa mucho «.

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