Drama de pistolas entre los deportistas
(ver si el retrato grabado por Jacobi está disponible en el Die Zeitung für Pferdeliebhaber de 1834)
El 21 de diciembre de 1833, una tragedia sacudió el pequeño círculo de ricos propietarios de caballos de carreras en Mecklemburgo. La carrera del comandante Wachenhusen concluye con estos sucesos de una manera muy triste.
Según Schrader, Johann Georg Wachenhusen (1781-1833) nació en Mecklemburgo en el seno de una familia acomodada. Inició una carrera como oficial en Suecia, donde se graduó con el rango de mayor, al tiempo de contraer matrimonio (1805). Luego, se dedicó a la ganadería equina en un hermoso terreno ubicado en Wimar, y, después de un comienzo difícil, tuvo que reducirse a una granja más modesta en Lurup, sin obtener mayor éxito. El hombre salió de esta experiencia arruinado, pero con valentía. En 1820, fue nombrado secretario de carreras de Oldeslo, gracias a sus conexiones y al apoyo del duque Christian August de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Augustenburg (1798-1869). Cuatro años más tarde, cuando una crecida del Rin le causó grandes pérdidas en su manada, el barón Wilhelm von Biell le ayudó a salir de una difícil situación. En 1825, después de estos múltiples infortunios, se trasladó a Altona, donde rápidamente se estableció como corredor especializado en la importación de caballos de carreras de Inglaterra. Ese mismo año, para consolidar su negocio finalmente floreciente, tuvo la idea de lanzar una revista dedicada a la crianza, la Zeitung für Pferdeliebhaber, de nuevo con el apoyo del barón.
El éxito fue relativo: más tarde, su gaceta le sirvió como plataforma para ajuste de cuentas. Terminó enemistándose con unos sesenta de los más importantes terratenientes de Mecklemburgo. En 1833, incluso se publicó en la prensa de Hamburgo una petición en su contra, después de una reunión pública, comprometiendo no solo su gaceta, sino también su lucrativo negocio como corredor. El fragmento de la petición marca la pauta: “que después de las evaluaciones contradictorias y las noticias sobre los mismos caballos en el periódico mencionado, [los firmantes] no atribuyen ningún valor a este periódico” (“Sie fügen zugleich die Erklärung hinzu, dass sie nach den in der genannten Zeitung sieh selbst widersprechenden Beurtbeilungen und Nachrichten über die nämlichen Pferde auf jenes Blatt durchaus keinen Werth legen”, Nº 262 del Hamburg Correspondent). El acaudalado conde Holmer (1781-1857) lanza como respuesta un periódico rival, el Hippologische Blätter.
Esta difícil revuelta llevó a Wachenhusen a desafiar en un duelo de pistolas al barón Wilhelm von Biel, su antiguo protector, a quien culpó de la situación.
¿Gesto suicida de un hombre acorralado? Allí perdió la vida, el 21 de diciembre de 1833, en la isla de Wilhelmsburg. Su hijo, Detlof Wilhelm Friedrich (1806-1837), teniente de la caballería de Altona, trató de mantener la revista durante un año antes de tirar la toalla para siempre. La revista del conde Holmer se había tomado todo el espacio.
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