Un coloquio a la italiana.

“Levantado”, “al paso”, “con ligereza”, estas fueron las expresiones que se escucharon al final del coloquio organizado por La Biblioteca Mundial del Caballo, gracias al apoyo de la Federación Ecuestre Italiana (FISE) y del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI).

Todo ello en una especie de buen humor que puede palear cualquier imprevisto; en definitiva, a imagen y semejanza de lo que estuvo en el centro de las diferentes intervenciones de la jornada, este lunes 19 de septiembre, el día siguiente al Campeonato del Mundo de Pruebas Completas en Pratoni del Vivaro, uno de los principales centros de práctica de este tipo de equitación.

Sí, la llamada equitación latina, a la búsqueda, al servicio del “bienestar del caballo”, la cual ha sido reivindicada y aplicada por los descendientes de los escuderos de los dos países vecinos, desde el Renacimiento y a lo largo de los siglos y las evoluciones. ¿Una búsqueda, un estado de ánimo, un estilo, una escuela?

Al final de la larga intervención documentada del Presidente de la Misión Francesa para la Cultura Ecuestre, Alain Francqueville, bastará con decir que la equitación mundial moderna practicada por los seguidores de las tres disciplinas olímpicas (doma, salto de obstáculos y práctica completa) se inspira tanto en ésta como en el reglamento. Nos demostró que la Federación Ecuestre Internacional (FEI) se ha esforzado a lo largo del siglo por satisfacer las demandas de una sociedad civil cada vez más exigente con estas cuestiones éticas y de bienestar animal.

¿Lo logra a la perfección? El debate sobre este tema estuvo bastante animado durante la siguiente intervención.

El campeón alemán con palmarés, difícil de igualar tras una carrera de casi cuarenta años, Ludger Beerbaum, aceptó la invitación de los organizadores y respondió, sin andarse por las ramas, principalmente a las preguntas sobre la evolución del formato olímpico en el salto de obstáculos. Al final de la mañana, hubo una parte “presencial” del coloquio, en la que participaron con igual seriedad y sinceridad los equitadores profesionales Laura Kraut, Kevin Staut y Michel Robert, dando testimonio, a nombre de los profesionales asociados al sector, de su compromiso sobre este tema.

El periodista de la RAI, Giovanni Battista Tomassini, apasionado de la cultura ecuestre, jinete y seguidor de la equitación portuguesa, autor de “Le opere della cavalleria”, una especie de historia de los escuderos italianos del Renacimiento, esbozó un notable retrato de la sociedad italiana del siglo XV y de sus evoluciones, la cual, en plena agitación después del llamado período medieval, tenía la necesidad de expresarse, de renovarse en todos sus aspectos. Como en aquellos tiempos el caballo era esencial para la vida del hombre, era obvio que su uso, la forma de verlo en ese tiempo, también iban a cambiar... A mejorar. Fue un bonito galope de Grisone a Mazzucchelli, pasando por supuesto por Corte, Ferraro, Pignatelli.

Al final de este retrato, mejor dicho, inmediatamente después, el profesor Mario Genero, quien forma parte del panel de expertos de La Biblioteca Mundial del Caballo, nos reveló el contenido de una joya de la cual guarda el secreto, una carta en latín escrita por el Papa Pío II, una especie de alabanza al caballo y a quienes lo usan, de una sencillez bíblica, que se puede leer siguiendo el enlace acá abajo. Una presentación corta, clara, cada comentario con moderación dosificada para que nunca más se nos olvide lo esencial.

Mario Genero no abandonó el atril y enseguida, en calidad de depositario de Patrizzia Arquint, investigadora universitaria quien debía cerrar este coloquio -pero tuvo que ser excusada-, nos abrió el apetito con su esperado y prometido aporte.

Solo fueron algunas palabras sobre Tomasone Arcamone y su discurso, el cual se puede ver aquí.

Este encuentro romano no se habría llevado a cabo sin Mauro Checcoli, y no habríamos dicho todo sobre este coloquio romano si no mencionamos sus intervenciones. Equitador notable, campeón olímpico a los 22 años, en 1964, en Tokio (oro por equipos y en individual), Mauro, quien a los ochenta años todavía monta a caballo, incansablemente testimonió durante todo el día su admiración por Federico Caprilli, “fundador” de la equitación delantera y de la posición moderna del salto de obstáculos, quien, después de haber hecho una escuela  en Pinerolo (Turín) y en Tor di Quinto (Roma) y luego de seducir a los escuderos del Cadre Noir en Saumur, poco a poco se hizo universal.

Al final de las intervenciones de dos coroneles de los famosos regimientos Carabineri que asistían al coloquio, considerando que los discursos eran “provocadores”, Mauro Checcol se lanzó en un vibrante homenaje a Federico Caprilli y a sus maestros -los cuales transmitieron sus preceptos- en un estilo emocionado y resplandeciente que se ganó todas las filas de la audiencia. Inolvidable.

 

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